La crisis en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que ya lleva 36 días, podría llegar hoy a su fin en caso de que Miguel Vargas, como se espera, anuncie su disposición de aceptar los resultados de la pasada convención.

Según ha trascendido, el presidente del PRD, que ha cuestionado el triunfo de Hipólito Mejía, finalmente cederá en su posición, aunque pondrá como condición que se respete el principio de proporcionalidad en una eventual administración perredeísta.

Se trata de un principio estatutario, pero que además se consignó en el “pacto de compañeros”, que firmaron Vargas y Mejía dos días antes de la convención del pasado 6 de marzo. La decisión de Vargas se produjo luego de una serie de reuniones entre sus representantes con la contraparte de Mejía.

Aparentemente, en el único punto que hubo consenso fue en la garantía de participación en un gobierno del PRD a los seguidores de Vargas en la misma proporción de los votos obtenidos, es decir, cerca de un 50%. En las conversaciones, Vargas estuvo representado por Virgilio Bello Rosa, Neney Cabrera y Andy Dauhajre.

Por el sector de Mejía, los negociadores fueron Rafael Suberví Bonilla, César Cedeño y Yadira Henríquez. En principio se mencionaba la candidatura vicepresidencial como posible elemento de negociación, aunque luego ambos sectores descartaron que estuviera en juego.

También se habló de extender la presidencia de Vargas en el PRD hasta el 2017, pero fue rechazado por los delegados de Mejía. En cuanto a la proporcionalidad, los representantes de Hipólito la  aceptaron, aunque propusieron que su aplicación fuera manejada entre Vargas y el candidato electo.